La procesión con la imagen de la Virgen de Fátima |
El domingo 2 de diciembre la comunidad portuguesa en Argentina celebró
el cincuentenario de su visita y peregrinación a Fátima, en el partido
de Pilar, en la casa de los Padres Siervos de María. El evento contó con
la presencia de nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga, quien asistió a la procesión y presidio la eucaristía.
Este domingo 2 de diciembre se cumplieron los 50 años de la presencia de la comunidad portuguesa, encuentro, visita y peregrinación, a la localidad de Fátima, en el partido de Pilar. Los Padres Siervos de María tienen allí una casa con hospedería, un muy vasto predio y la capilla, que alberga la sagrada imagen de la Virgen de Fátima, don del Papa Pío XII a la nación argentina, de manos del embajador de entonces, Dr. Ruiz Guiñazú, quien luego destinara esos campos que hoy se llaman Fátima a una comunidad religiosa, y la comisión de damas llamara, por entonces, a la orden de los mencionados Siervos de María, quienes allí se encuentran, estando presentes los Padres Marco y Anselmo.
Este domingo 2 de diciembre se cumplieron los 50 años de la presencia de la comunidad portuguesa, encuentro, visita y peregrinación, a la localidad de Fátima, en el partido de Pilar. Los Padres Siervos de María tienen allí una casa con hospedería, un muy vasto predio y la capilla, que alberga la sagrada imagen de la Virgen de Fátima, don del Papa Pío XII a la nación argentina, de manos del embajador de entonces, Dr. Ruiz Guiñazú, quien luego destinara esos campos que hoy se llaman Fátima a una comunidad religiosa, y la comisión de damas llamara, por entonces, a la orden de los mencionados Siervos de María, quienes allí se encuentran, estando presentes los Padres Marco y Anselmo.
Una multitud de
portugueses, hijos, nietos, y descendientes, que forman “la comunidad
portuguesa” principalmente provenientes de la Provincia de Buenos Aires,
y en lo que concierne a la diócesis de Zárate-Campana, en especial de
Escobar, llegaron al encuentro, en el medio siglo de su realización.
En efecto, tanto los portugueses nativos como sus hijos, nietos y
bisnietos de esa localidad se dieron cita, como hace 50 años, junto a la
iglesia. Por especial concesión, dado que siempre es el domingo
anterior a la festividad de la Inmaculada Concepción cuando se tiene el
encuentro, se celebró la misa de la Virgen, con gran asistencia de
fieles, luego de un día de encuentro de familias, amigos, y público en
general. Antes de la Misa, a las 20 hubo una procesión por las calles
adyacentes al predio, con reflexiones y cánticos a la Virgen (en
castellano y en portugués); a las 20.30 comenzó la misa, presidida por
monseñor Oscar Sarlinga,
obispo de Zárate-Campana, y concelebrada por el Pbro. Mauricio Aracena,
por el R.P. Anselmo, de los Siervos de María, y asistida por los
Diáconos permanentes Pedro Bruno y Sergio Pandiani, junto con la
presencia del seminarista Elías Duff. La jurisdicción parroquial a la
que pertenece la localidad de Fátima es San Luis Gonzaga, de
Manzanares-Fátima. Como se ha dicho, en la capilla de Nuestra Señora de
Fátima, de los Padres Siervos de María, se encuentra una imagen que fue
la primera réplica que se hizo de la auténtica y original imagen
venerada en la Capelinha de las apariciones, en Fátima (Portugal) y de
mano del mismo autor. Dicha imagen fue donada al Papa Pío XII, el cual
la tuvo consigo un tiempo y luego quiso que fuera enviada “a la
Argentina”, donde un grupo de damas que había adquirido unas hectáreas
en Pilar donó los terrenos para que se instalara esa congregación
religiosa, y, una vez construida la capilla, allí se entronizó a la
Virgen. En la homiía que el obispo pronunció en castellano y un poco en
portugués, dijo que se encontraba muy contento de recibir en la diócesis
a tan numerosas familias, a las cuales a lo largo de estos años los
había visto incluso casarse, tener hijos, y que los reconocía ya, y al
mismo tiempo les pedía que mantuvieran la piedad que ha caracterizado al
pueblo portugués, y su cultura del trabajo, tratándose de gente tan
buena proveniente de un país que dio tanto a la civilización universal,
con sus descubrimientos y con sus fundaciones, y a la Iglesia del Señor,
con la evangelización. Habló del misterio de la Inmaculada Concepción,
que no se trata de una simple advocación, “sino del ser de la Virgen
María” y luego hizo alusión a la advocación de Fátima, a su historia, y a
lo esencial del mensaje, que podemos actualizar para el día de hoy, y
que “condensa –dijo- lo esencial del mensaje del Evangelio”. Al terminar
la misa, celebrada en un altar preparado en un gran palco, se realizó
un espectáculo de fuegos artificiales y luego una procesión de antorchas
partió desde allí hasta la capilla en la que se encuentra la imagen
histórica de Nuestra Señora de Fátima. La llamada “Patria portuguesa” o
colectividad potuguesa, habiendo agradecido a Mons. Oscar Sarlinga
su presencia nuevamente para un acontecimiento como éste, que los
congrega como familia lusitana, ha anunciado que el año próximo, el
2012, conmemorará con grandes festejos el quincuagésimo aniversario de
la peregrinación y congregación lusitana a la localidad de Fátima, donde
se encuentra, como se dijo, la imagen insigne que perteneció al Papa
Pío XII.
Proclamación del Evangelio en Fátima |
La comunidad que se acerca a recibir la Eucaristía |
La inmigración portuguesa
La inmigración de portugueses al actual territorio argentino tuvo lugar
primero durante la colonización española, sobre todo en Buenos Aires y
su zona de influencia, y luego en la región de las Misiones Jesuíticas,
especialmente durante el período de la unión dinástica de Castilla y
Portugal.
Los portugueses radicados en Buenos Aires durante la colonia, casi en su
totalidad varones, establecieron una red de relaciones comerciales y
familiares de gran influencia en la vida económica de la capital del
virreinato. Tras la restauración de la independencia de Portugal,
prosiguió una cierta inmigración.
La comunidad portuguesa de la ciudad de Buenos Aires y su zona de
influencia proviene de diversos grupos sociales, como peones y artesanos
pertenecientes a las clases trabajadoras y también un grupo de clase
media y media alta dedicado al comercio.
A fines del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX siguieron
arribando portugueses, entre los cuales no pocos caboverdianos, pueblo
mixogénico con linajes africanos y portugueses en el que predominaron
los rasgos culturales portugueses y que en tiempo de su inmigración a la
Argentina poseían el pasaporte portugués, establecidos sobre todo en la
zona sur del Gran Buenos Aires (partidos de Avellaneda, Lomas de
Zamora, Quilmes, Berisso y Ensenada). También son numerosos en el
partido de La Matanza, en las ciudades de Isidro Casanova y González
Catán, que estuvieron presentes en el encuentro. En la diócesis de
Zárate-Campana son muy numerosos los descendientes de portugueses en el
partido de Belén de Escobar, y también, aunque en menor cantidad, en el
mismo Pilar.+
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