28 abril 2013

Jornada del Buen Pastor en Dióc. Zárate-Campana, en Manuel Alberti (partido de Pilar)

En el Domingo del Buen Pastor nuestro Obispo Mons Oscar D. Sarlinga concurrió a la parroquia de Manuel Alberti, en el partido de Pilar, donde tuvo un encuentro previo con las familias de los 350 confirmandos (quienes recibirán el sacramento de la confirmación el próximo 18 de mayo) alumnos todos del colegio "María Madre Nuestra". Lo acompañaron el cura párroco, P. Antonio, el P. Mauricio Aracena y seminaristas del Seminario "San Pedro y San Pablo".
La iglesia de M. Alberti colmada de fieles
Luego el Obispo presidió la celebración eucarística en una muy repleta iglesia parroquial de Sannta Rosa de Lima, en el mismo M. Alberti. El vasto templo, en forma de "tienda de campaña" tiene capacidad para 1.200 personas, y se encontraba colmado de las familias de las barriadas cercanas, muy contentas de haber sido invitadas a la celebración. Los dos representantes legales del colegio (entre los cuales el Prof. Héctor Mila, también moderador de la JuREC -junta regional de educación católica-) y los directores de primaria, secundaria y terciaria, participaron de la celebración, y además los integrantes de la asociación scout católica, y mucha juventud, entre ellos numerosos ex-alumnos del colegio, en un grupo que está en formación (asociación de exalumnos del colegio María Madre Nuestra).
 
Santa Misa presidida por Mons. Oscar Sarlinga
El P. José María Jaime Burgmeister, interno en el Hogar Sacerdotal de los Misioneros de la Sagrada Familia, también concelebró en la misa dominical. Al término de la Eucaristía, y luego de saludar a tantos concurrentes a la misa, el Obispo, los sacerdotes, y los directivos del colegio se dirigieron a las instalaciones de éste, donde los esperaban reunidos muchos integrantes de las famlias de los confirmandos, y donde todos juntos compartieron un ágape fraterno, en un clima familiar, cordial, eclesial. 
En esta jornada nos unimos en oración muy especialmente por el Santo Padre Francisco, nuestro Obispo, sacerdotes y seminaristas del Seminario San Pedro y San Pablo.


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11 abril 2013

La Divina Misericordia en Jesús Misericordioso de Garín. Anuncio de las Fiestas Patronales diocesanas en Exaltación de la Cruz con relación a la Misión Joven 2013

Nuestro Obispo Oscar acudió a los festejos de la Divina Misericordia en Garín y pidió a la comunidad presente su oración constante por el Papa Francisco –quien ese día tomó posesión de su catedral de Roma- para que sea “el Papa de la Misericordia” y que Jesús Misericordioso lo guarde en su Paz y Bondad infinita.
La Misericordia Divina convocó a una gran cantidad de fieles. El domingo 7 por la mañana una multitud de gente acudió a las barriadas de Garín, a la parroquia de Jesús Misericordioso, que abarca los barrios 24 de febrero ó Fonavi, La Loma y Presidente Perón, en la populosa Garín) para la fiesta de la Divina Misericordia, instituida por el beato Juan Pablo II. Nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga concurrió desde temprano, y luego de saludar y agradecer a todos los que colaboraron con mucha dedicación a preparar las fietas patronales, asistió a la procesión (de varias cuadras de longitud, a lo largo de los barrios), por las calles de esa zona de Garín (salimos a "caminar"), junto con el P. Salatiel, dj. Cura párroco, con Mons. Santiago Herrera, los sacerdotes, hermanos, hermanas, fieles en general, en ese lugar tan querido donde la iglesia parroquial fue inaugurada en 2007. La Misa, presidida por Mons. Oscar Sarlinga, fue celebrada a las 11 horas.
Inicio de la procesión de la Divina Misericordia
Procesión en la Divina Misericordia

El Obispo recordó en especial que el Papa Francisco, ese mismo día de la Misericordia Divina, tomaba posesión de su catedral del Santísimo Salvador y San Juan de Letrán, en Roma. Pidió mucha oración por él y su ministerio, para que sea “el Papa de la Misericordia”.  Oramos por los sufrientes, los enfermos, los que están solos, deprimidos, angustiados, los que han perdido la fe y la esperanza, aquellos que carecen de lo necesario para una vida digna, por el aumento de la solidaridad efectiva entre nosotros los cristianos, por las vocaciones sacerdotales, religiosas, misioneras, laicas consagradas, y por las almas del purgatorio más necesitadas de la Misericordia Divina. El Obispo destacó el compromiso con las obras de solidaridad y la construcción del bien común y la participación en la sociedad civil.  

 
 Alguna palabra sobre la Misericordia Divina
"Jesús, en Vos confío, queremos expresar hoy, con alabanza, con plenitud, con paz. Para compenetrarnos más en la Misericordia Divina, los invito a meditar el maraviloso salmo 117 (Sal 117, 2-4. 22-24. 25-27ª) porque, me parece, es la actitud de "alabanza" la que nos mueve a vivir en nuestro interior con paz y prosperidad "del corazón", aún sin ser exentos de sufrimiento, pruebas o amarguras. A Dios, que es nuestro Padre de Amor, le clamamos: “Sálvanos, Señor, asegúranos la prosperidad... y le exclamamos: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Nosotros los bendecimos desde la Casa del Señor: el Señor es Dios, y Él nos ilumina”. Ven, queridos hermanos y hermanas: "bendecir y alabar" traen "liberación", porque liberan el espíritu de “dolores inútiles”, porque nos asocian al único dolor redentor, que es la asociación a la Pasión de Cristo, y a su gloriosa Resurrección, porque, en el fondo, es la alabanza la que produce en nosotros esa alegría que nadie nos puede quitar. Alabar a Dios por su creación, alabarlo por su redención, y alabarlo hasta "en lo último de nuestros tiempos interiores", abriendo los ojos del espíritu a la visión del libro del Apocalipsis (1, 9-11a. 12-13. 17-19) , tal como San Juan ve “a alguien semejante a un Hijo de hombre, revestido de una larga túnica”, es decir, a Jesucristo, el Resucitado de entre los muertos. Lo primero y lo último que dice Jesús Resucitado es "No temas: yo soy el Primero y el Ultimo, el Viviente. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre y tengo la llave de la Muerte y del Abismo. Escribe lo que has visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá en el futuro». Sean como fueren los acontecimientos de nuestra vida y de este mundo tan cambiante, nunca tengamos miedo, porque el miedo paraliza, y porque, pase lo que pase a nuestro alrededor, sólo el Señor Misericordiso “tiene la llave de la historia, del sucederse de los hechos y de los acontecimientos, guiados por su Providencia”. Así, el fruto de la presencia de Jesús Resucitado en nuestras vidas nos da la verdadera paz, esa que, más que la "ausencia de conflicto", es más bien “plenitud” (como lo sugiere la noción judaica de “shalom”). Por eso en el Evangelio según san Juan (20, 19-31) Jesús manifiesta a los suyos un deseo-mandato: «¡La paz esté con ustedes!. Hoy nos lo dice a nosotros, y también sopla, y nos da el Consuelo: «Reciban el Espíritu Santo”. ¿Qué más puede darnos?. Recibámoslo con la recuperada fe del Apóstol Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!».