29 julio 2010

'SANTIAGO DEL BARADERO' CUMPLIÓ 395 AÑOS (1615-2010)

FESTIVIDADES DEL APÓSTOL SANTIAGO EN BARADERO (DIÓCESIS DE ZÁRATE-CAMPANA)

Nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga trazó un “Camino de Santiago” vernáculo, desde la historia local, poniendo de relieve algunas líneas históricas y pastorales de un autóctono “camino de Santiago” entre Baradero y Pilar, “como en una línea entre el Apóstol Santiago y la Virgen Madre, en su advocación de Nuestra Señora del Pilar”. A modo de datos históricos, en su homilía destacó que la naciente “reducción” de Santiago de Baradero es la más antigua de la actual provincia de Buenos Aires, al punto que como “parroquia” es la más antigua de la actual jurisdicción bonaerense.

En el 395º aniversario de la ciudad, marco histórico que fue puesto de relieve por el Municipio en la organización de la fiesta cívica, este domingo 25 de julio, en la solemnidad de Santiago Apóstol, patrono de la ciudad y partido ("Santiago del Baradero", como era su nombre original y así consta en su escudo oficial) el Sr. Obispo Mons. Oscar Sarlinga, acompañado por Mons. Edgardo Galuppo, vicario general y el Pbro. Dr. Nestor Villa, moderador de la comisión de ecumenismo y diálogo interreligioso, asistieron las festividades patronales, en la ciudad que consta de dos parroquias (Santiago Apóstol, cuyo cura párroco es el Pbro. Atilio Rosatte, y Nuestra Señora de Luján, cuyo pastor propio es el Pbro. Fernando Fusari).

El frío reinante por la mañana no amedrentó a los numerosos participantes de la procesión con la imagen de Santiago el Apóstol, alrededor de la plaza principal, en la cual caminó también el secretario de cultura, Sr. Gallardo, y en el tramo ya junto al arribo a la iglesia se incorporó el intendente municipal, Dr. Carossi. Todos los sacerdotes hicieron la procesión, y así también los diáconos permanentes y los seminaristas de la ciudad (Adrián Lázaro y Francisco Liaudat) Junto al Sr. Obispo y quienes lo acompañaron desde Campana, en la concelebración estuvieron presentes el Pbro. Atilio Rosatte, cura párroco, el Pbro. Fernando Fusari, administrador parroquial de Ntra. Sra. de Luján (Baradero) y los diáconos Ricardo Dib (adscripto a Santiago Apóstol) y Carlos Roselló (adscripto a Nuestra Señora de Luján).

También en su homilía, el Sr. Obispo recordó la “misión juvenil diocesana” en Santiago del Baradero y asimismo algunos aspectos de su homilía en el Año Paulino Jubilar, en la ciudad, el 27 de julio de 2008, y la celebración de las fiestas patronales diocesanas en esa ciudad, en el mismo año, así como diversos aspectos de la devoción a Santiago Apóstol y a su historia, desde el acontecimiento milagroso del Pilar, en la actual Zaragoza, las fundaciones hispánicas en América, el encuentro de los pueblos, la significación de la renovación del cristianismo en nuestras vidas, la nueva evangelización que hemos de realizar, la conciencia cívica y moral, y los desafíos pastorales de nuestra época contemporánea, que hemos de llevar a cabo con amor, y la virtud de la esperanza, “el realismo de la esperanza” –destacó- en su recuerdo frecuente de la constitución “Gaudium et Spes” del Concilio Vaticano II. Tal como más arriba se ha hecho referencia, el Obispo Mons. Sarlinga hizo una especial alusión al “Año Jacobeo” en Santiago de Compostela (España) y su significación para nosotros, y trazó también algunas líneas históricas y pastorales de un autóctono “camino de Santiago” entre Baradero y Pilar, puesto que esta última ciudad nace, también en época española, en torno del oratorio de Nuestra Señora del Pilar, en la línea de evanglización que venía del Norte, así pues, con Baradero como el punto norte más cercano (a la actual Pilar).

En este sentido, cabe destacar que en la Provincia de Buenos Aires, numerosos son las ciudades y partidos que son bicentenarios, más exactamente lo son veinte distritos. Si bien Luján es el primer partido constituido de la Provincia de Buenos Aires, Baradero es la fundación más antigua, y prácticamente duplica la fecha establecida que conmemora el nacimiento de la Patria, puesto que cumplió 395 años. El año próximo tres partidos cumplirán un siglo. Esta ciudad del Norte bonaerense de 35 mil habitantes - famosa por sus festivales de música y teatro es casi cuadricentenaria, pudiéndose constatar en documentos de la época que el 25 de Julio de 1615 se establece la “Reducción Santiago Apóstol de Baradero”, nombre originario dado a la localidad por voz y orden de Hernando Arias de Saavedra, el primer gobernador criollo. Como se ha dicho más arriba, su origen fue una reducción de indios, reunidos para establecer una Encomienda Real a cargo de franciscanos. A modo de complemento histórico, digamos que también en el Siglo XVI, pero años más tarde, se fundó la ciudad de Quilmes. En la Provincia de Buenos Aires, hay más de treinta ciudades fundadas antes de la Revolución de Mayo de 1810, fecha establecida para conmemorar el surgimiento de la Patria. Una de las particularidades que comparten varias de las que fueron nacieron en el transcurso del siglo XVIII, es que sus nombres guardan costumbres típicamente coloniales y referencias religiosas: Exaltación de la Cruz (1735); San Antonio de Areco (1730); San Isidro (1710); San Nicolás (1748) y San Vicente (1750) por citar algunas.

A modo de recordatorio, y habiéndose celebrado en 2008 las fiestas patronales diocesansas en Santiago del Baradero, traemos aquí el texto íntegro de la homilía del Obispo en esa oportunidad:

HOMILÍA DEL OBISPO EN LA CELEBRACIÓN DEL APÓSTOL SANTIAGO

(Santiago del Baradero, domingo 27 de julio de 2008)


I EL APÓSTOL SANTIAGO EL MAYOR Y LA LUZ DE LA FE

Nos une hoy la celebración de Santiago, Apóstol de Jesucristo,l patrono de la ciudad y partido de Santiago del Baradero, en este Año Paulino Jubilar, en el que somos invitados a que la Luz de la fe y el fuego del Amor hagan den cada día más vida a nuestra esperanza, como nos ha enseñado el Concilio Vaticano II, el cual ha llamado a todo cristiano a avanzar “(…)(1)por la vía de la fe viva, la cual enciende la esperanza y obra por medio de la caridad” . Lejos de pensar todas estas cosas principalmente en abstracto, creo que deberíamos tratar de ver cómo son muy concretas en nuestra vida actual.
El mundo está muy necesitado de luz y de esperanza y esta última es una virtud que en la práctica cotidiana se articula en la paciencia y en la humildad, ambas dos en sentido verdadero e integral, lo cual nos da fuerzas ante todo revés, todo fracaso, y nos da también moderación ante los éxitos, porque, librados a nuestros propios estados de sensibilidad, podemos estar inclinados a los excesos de un ánimo en cierto modo «bipolar» y esto sea dicho en sentido existencial y no sólo psicológico.
Quizá aparezcan estas consideraciones, reitero, algo genéricas… veamos sin embargo cuánto son actuales en nuestra vida, y también cuánto necesitamos, para nuestro equilibrio y felicidad, de la confianza en Dios, de aceptar su misterio y el misterio de nuestras propias vidas, y el confiarnos en Él, incluso (o especialmente) en los momentos de oscuridad. En Él, en Jesucristo, Luz del mundo, “Luz de las naciones y gloria de Israel” (Lc 2,32). Dios gobierna misteriosamente el mundo y la Iglesia, no obstante cualquier sombra o cualquier tiniebla (2).

Con esta visión de fe, celebramos hoy la divina Liturgia en la fiesta de Santiago (que es el Mayor, a no confundir con el Menor, primo hermano de Jesús). Este Santiago fue hermano del también apóstol Juan, y su nombre en hebreo es «Jacob», derivado en «Yago», de ahí que «Sant-Yago» sea el origen del nombre actual. En tanto discípulo del Maestro, Santiago estuvo presente en dos de los momentos cúlmines de Jesucristo: la Transfiguración en el monte Tabor (Cf Lucas, 9) y la oración en el Huerto de los Olivos, junto a Simón Pedro y a Juan. Son dos momentos que tienen que ver mucho con la Luz y la oscuridad.
Lo cierto es que después del gran acontecimiento de Pentecostés, los Apóstoles fueron enviados a predicar y a implantar la Iglesia, y según la tradición Santiago cruzó el mar Mediterráneo, recalando en la «Hispania» de la época (3).
En tiempos en que ya el Islam había avanzado sobre gran parte de la península ibérica, el rey Alfonso II de Asturias ordenó construir, cerca del año 813, una iglesia sobre el cementerio donde habían aparecido los restos del Apóstol, precisamente donde hoy se encuentra la iglesia catedral de Santiago de Compostela, adonde confluye en Europa el «camino de Santiago», meta de peregrinaciones desde edades antiguas, meta peregrinacional que trajo unión y conocimiento de los pueblos (4), encaminados a la luz de la fe.
Por eso, queremos traer también ejemplo hoy nosotros, pues «la unión hace la fuerza», la unión de corazones que necesitamos, como familia de Dios, y comunidad diocesana, para evangelizar y para la promoción integral de la persona humana. Siguen dando frutos de bendición los caminos de Santiago, hechos hoy día por personas de fe y por otras que tienen un interés cultural o humanista, pero que también allí, no pocas, han recuperado la fe cristiana. Santiago es confluencia de pueblos, como lo es este Santiago del Baradero desde sus orígenes, en 1693, y queremos que ese espíritu dé cada vez más fruto.

II LA FE EN JESUCRISTO, «LUZ VERDADERA»
Me alegra ver la alegría de ustedes en esta festividad. Es un gran signo. Santiago nos lleva a Jesús.
La fe no tiene como objeto a cualquier sentimiento, estado de ánimo o a una pura idea que nos hagamos de Dios. La fe lo es en Jesucristo, “Luz verdadera”, la que «ilumina a todo hombre» (Jn 1,9), esto es, el Evangelio mismo, Jesús mismo, por eso nos abre a horizontes infinitos. Nadie que quiera ver de verdad deseará andar en la oscuridad. El tema es que tantas veces a la oscuridad no la podemos (o no la queremos) «ver». Si las personas pudiéramos (o quisiéramos) «ver» algunas oscuridades de nuestro interior (o de nuestra sociedad), nos apresuraríamos, quizá, a dejar entrar la luz y procuraríamos que otros también reciban ese don. Las tinieblas, sin embargo, son resistentes y se asientan sobre la mentira, cuyo padre, en última instancia, es «el mentiroso», el «príncipe de este mundo». En cambio, el que obra la verdad viene de la Luz y a la Luz (cf Jn 3,21).

Esta Ley no es cualquiera, hecha por los hombres, inventada o construida meramente por el psiquismo al modo de proyección o transfert ni por técnica o tecnología alguna. La Ley de Dios, su Ley de Amor, la Ley nueva del Espíritu Santo, es luz en las tinieblas; el tema es que estas últimas no la quieren recibir (Cf Jn 1,5). Esta Ley Nueva, en sentido puro es Jesucristo mismo. Por eso, el creer de verdad se trata de la adhesión a Él, y de cumplir con Él por Amor (a Él y a los hermanos), más que de un cumplimiento exterior (lo cual no quita éste), y menos todavía porque nos venga impuesto o porque no tengamos otra opción u oportunidad.
El Papa Juan Pablo II nos enseñaba a este respecto en la Veritatis splendor: “Jesús mismo es el «cumplimiento» vivo de la Ley, ya que Él realiza su auténtico significado con el don total de sí mismo; él mismo se hace Ley viviente y personal” (5), Ley que, si podemos aplicarle el decir del Alighieri, es “l’amor che move il sole el’altre stelle”, el amor que mueve el sol y las otras estrellas (6), luz de vida (Cf. Jn 8,12), que atraviesa las Escrituras del principio al fin (7). ¿Lo creemos?. Porque de esto dependerá nuestra opción y proyecto de vida, y seguramente también el destino de otros. Si lo creemos, pongámonos confiadamente en camino, sin miedo, dejando de vacilar y temer, o de hacer un paso adelante y diez hacia atrás, porque el Señor nos lo ha dicho: “Yo soy la luz del mundo; quien me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8,12). El gran tema es revitalizar la fe en Jesucristo, fuente de toda vida, y la confianza en Él, en su Iglesia; se lo dejo para reflexionar.

III DEJÉMONOS INTERPELAR POR SANTIAGO EN LA VISIÓN DE LA TRANSFIGURACIÓN Y POR PABLO EN LA VISIÓN DEL ROSTRO DE CRISTO
En la Transfiguración, de la que participó el Apóstol Santiago, la Luz divina se ve concentrada en Jesús. “Su rostro brilló como el sol y sus vestiduras se hicieron blancas como la luz” (Mt 17,2). Nos interpela este testimonio; ¿cómo no?.
También Pablo nos interpela, en su Año Jubilar, él que, en el camino de Damasco, recibe la aparición del Cristo Resucitado envuelto en una luz fulgurante que lo ciega, al mismo tiempo que le abre los ojos del alma a una nueva visión de la vida, de la realidad y de las cosas (Cf Hech 9,3; 22,6; 6,13). Saulo, devenido en San Pablo, vio la gloria divina, la irradiación divina (Cf Heb 1,3) en el rostro de Cristo (Cf 2Cor. 4,6). Nos interpela también, y mucho, porque el rostro del Señor lo vemos también en el de cada hermano, en especial del más necesitado, tanto de lo material como de lo espiritual. Será también motivo de reflexión si nosotros llegamos a ver en cada ser humano el rostro de Jesucristo, por desfigurado que esté en ese hermano.

El bien siempre triunfa. Pero la ingenuidad de estilo «naïf» puede ser una deficiencia, cuando no –en el fondo- el fruto de un «no querer ver» para no empeñarse o comprometerse. Sin maniqueísmo alguno, veamos como la oscuridad (de las mentes, de los corazones) y las tinieblas, no quedan afincadas o encapsuladas en las personas sino que son «dinámicas», podemos decir, llevan «dinámicamente» hacia las obras malvadas, las cuales rezuman egoísmo, envidia, odio, violencia, y esto último en diferentes niveles (Cf Jn 3,19-21). Sin embargo, nunca tenemos de dejarnos ganar por la amargura, la cual, a fuerza de sentar sus reales, termina en el cinismo. Conversión, transfiguración, Justicia y Paz, han de ser metas fundamentales y concretas.
Por eso, pienso, será una oportunidad providencial este Año Paulino para entrar en un divino proyecto, y se lo digo con palabras de San Pablo: revestirnos de la coraza de la fe y del Amor, «teniendo como yelmo la esperanza de la salvación» (1 Tes 5,5-8) y echando fuera las obras oscuras (Cf Rm 13, 12-14), que, por blanqueadas que intenten presentarse (incluso ante nuestros propios ojos), no pocas veces están más presentes a nuestro alrededor (o dentro) de lo que pudiéramos pensar.

Con la luz de Cristo, que resplandece «en el rostro de la Iglesia», como dice el Concilio Vaticano II (¿lo habíamos pensado?; ¿lo creemos?), queremos anunciar el Evangelio «a toda creatura»(8) , como familia parroquial y diocesana, unidos a nuestro Papa Benedicto, quien nos preside en la caridad, y a nuestros hermanos todos, en apertura a todos y con conciencia de ecumenismo espiritual y un profundo, fructuoso, diálogo interreligioso, así como con respetuoso amor por quien no cree, o ha perdido la esperanza.
Y queremos ser felices, vivir en paz, con nuestras familias unidas, mirar hacia delante, construir civilización y contemplar el Rostro Radiante del Señor. Con la ayuda de la Virgen Madre, que apareció al Apóstol Santiago para protegerlo de todo mal, de toda adversidad, y confirmarlo en la fe.

+Oscar Sarlinga



1.CONC. ECUM. VAT. II, Const, dogm. Lumen gentium, n. 41.

2.Cf BENEDICTO XVI, Enc. Deus Caritas est, n. 39.

3.Si bien no hay evidencia histórica «documental» de estos hechos, son varios los testimonios en los Padres de la Iglesia y lo que sí puede decirse es que el cristianismo en la península ibérica data ya del primer siglo. De hecho apenas terminadas las persecuciones del Imperio Romano, fue en «Hispania» donde se celebró por vez primera un concilio (exceptuado el Concilio Apostólico en Jerusalén), que fue el concilio de Elvira, en fecha cercana al 303. En los Hechos de los Apóstoles se dice que Santiago fue martirizado en Jerusalén (Cf Hech 12, 2). Esto ocurrió hacia el año 44, cuando fue degollado por orden de Herodes Agripa I. La tradición piadosa dice que la Santísima Virgen apareció a Santiago en España sobre un pilar, en la actual Zaragoza, esto es, sobre una columna donde hoy se venera su imagen en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en la misma ciudad. Luego de esta visión, Santiago habría regresado desde España a Jerusalén, donde, luego de ver a la Virgen, fue martirizado, habiendo sido su cuerpo transportado por sus discípulos de nuevo hasta la Península Ibérica.

4.Respecto de la peregrinación a Santiago de Compostela, es bueno recordar que fue en el año 1122 cuando el papa Calixto II instituyó los privilegios del Año Santo Jacobeo. A partir de este 2008 los próximos Años Jacobeos tendrán lugar en 2010 y 2021.

5.JUAN PABLO II, Enc. Veritatis splendor, n.15.

6.Cf Divina Comedia, Par. XXX, v, 145.

7.El primer acto de Dios en la creación fue la división de la luz y de las tinieblas (cf Gen. 1,3s), así como el último acto será la Luz que es el mismo Dios, pues “(…) la ciudad (es decir, la nueva Jerusalén) no necesita la luz del sol, ni la luz de la luna, porque la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el Cordero” (Ap 21,23).

8.Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, n. 1.

23 julio 2010

CELEBRACIONES DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN EN ZÁRATE-CAMPANA

Fueron celebradas las Festividades de Nuestra Señora del Carmen, de Zárate El domingo 18 de julio, a las 16 Luego de dos días de persistentes lluvias, que prosiguieron durante toda la tarde y noche del domingo, ése día 18 se celebraron las Fiestas de Nuestra Señora del Carmen, en la ciudad de Zárate. El Sr. Obispo Mons. Oscar Sarlinga presidió la Eucaristía, con la concelebración de Mons. Ariel Pérez, cura párroco, el Pbro. Eduardo Mussato, el P. Fernando Montes SDB y la asistencia del diácono Ramón Álvarez y del seminarista Francisco Liaudat. No pudo realizarse por la lluvia la anunciada procesión por las calles del centro, razón por la cual se rezó el rosario comunitario a las 15.30.

El Obispo mencionó en la homilía la historia del Monte Carmelo, en Tierra Santa, la misión del profeta Elías, la continuación de su espiritualidad en los monjes establecidos en dicho Monte, la aparición de la Virgen Ssma. a San Simón Stock y la entrega del escapulario, así como trazó las líneas principales de la espiritualidad carmelitana, habiendo hecho una relación entre la fe, el sentido existencial y el testimonio de la vida cristiana, que incluye la solidaridad como virtud. Exhortó a "no tener miedo", ni miedo a la verdad, ni a la libertad, ni a abrir la mente, el corazón y los brazos a los hermanos, para formar una auténtica comunidad cristiana, a comenzar por la familia, a imitación de la comunidad de los Hechos de los Apóstoles, recalcando que la Iglesia siempre ha tenido las notas de Una, Santa, Católica y Apostólica, ayer como hoy, y que todos los días, en sus miembros, ha de crecer en Amor y santidad, hasta que el Señor vuelva en su gloria. "Movidos por la fuerza de Jesús, el Señor, la construcción de la civilización del Amor -dijo- comienza desde la familia y prosigue en todos los órdenes de la vida, en el trabajo, en la escuela, en las diversas comunidades (a comenzar por la parroquial, para los católicos), la sociedad misma.

Más aún, en Misterio de la gracia del Señor, esa fuerza de la fe, de la esperanza y de la caridad tendrán un efecto de convicción interior en tantos hermanos y hermanas, un efecto de comunión, de alegría compartida, de fortaleza frente a las dificultades, de renovación de nuestras vidas, porque el Espíritu Santo siempre nos renueva cuando abrimos nuestro corazón. La esperanza, la esperanza que no defrauda, ha de mantenerse en nosotros, porque le da renovado sentido a nuestra participación en la Cruz del Señor, es como un fuego votivo interior, que nos impulsa a ser testigos vivientes del Amor de los Amores". Se tuvo a continuación la bendición de los Escapularios.

Al finalizar la misa, el obispo bendijo la placa recordatoria de la donante de la Sgda. Imagen de la Virgen del Carmen (muy antigua, que estuvo en posesión de la familia descendiente de los fundadores del primer oratorio y de los pagos de Zárate, y que fue donada a la Iglesia en 1964). En cuanto al origen de la devoción de Nuestra Señora del Carmen en Zárate, sabemos que la naciente de esta ciudad fue la aglomeración de un pequeño poblado junto al gran río Paraná. Como en otras grandes ciudades actuales de la región, un elemento fundamental que consolidó los asentamientos poblacionales fue el constituido por los oratorios o lugares de culto, como lo fue en Zárate el que se hallaba ubicado en la bajada al puerto. Este oratorio está mencionado en una carta del alcalde de la “Santa Hermandad de Cañada de la Cruz”, Don Juan de Asebey, al Virrey Avilés. Así le informa sobre la existencia del oratorio en el año 1805: "En el Puerto de Zárate de ésta, mi jurisdicción a orillas del Paraná, Puerto preciso de los Barcos que vienen y van del Paraguay" En torno del oratorio, que fue intitulado como “del Salvador” se fue incrementando la población y allegando muchos vecinos, tanto más que dicho acontecimiento era favorecido por una subida y bajada de carretas. Proseguía la relación del alcalde mencionado: ”Que facilitada que sea podrá en breve tiempo formarse un Pueblo de alguna consideración. Que comunico a VE. que si lo tiene a bien interponga VE. su superior Autoridad para su puntual cumplimiento porque los más que viven inmediato son de los voluntarios, y abajo de alguna multa concurrirán a facilitar la dicha Bajada". Este documento para nosotros inédito, sustenta aún más la idea de la formación del pueblo alrededor del Puerto natural y oratorio, y la importancia del nexo natural de la "bajada" hacia el mismo con el resto de la población que se fue desarrollando cercana a las barrancas y alrededor de la plaza principal.

Otro oratorio importante dentro de la traza del pueblo fue el que construyera Don Rafael Pividal, hacia el año 1826. Él había comprado las tierras a los hermanos Pedro y José Antonio Anta en 1825 para fundar el pueblo, sobre la base del villorio existente, y con el "cargo de construir oratorio y plaza". Según lo expone Botta, el mismo se derrumbó al poco tiempo y fue reedificado y conservado con reparaciones por el vecindario. Los mismos vecinos debieron finalmente construir uno nuevo en su reemplazo.

Y de tal modo emerge la devoción a la Santísima Virgen en su advocación de Nuestra Señora del Carmen: Pedro Anta, que asistiera a orar ante la imagen de la Virgen del Carmen que existía en la Pesquería, dona la primera imagen de esta advocación de la Virgen para el oratorio de la ciudad, que luego pasa a la Iglesia Parroquial, imagen que, luego de un lapso en que fue retirada por los descendientes de aquél (entre 1872-1876), es la misma antigua e insigne que hoy se encuentra en el actual Templo Parroquial, la que tuvo sus orígenes en el oratorio de la Pesquería que existió desde las primeras décadas del siglo XVIII en campos próximos al viejo puente de la zona. Recienemente, la sagrada imagen de la Virgen del Carmen, la original, fue llevada por el Cura párroco, Mons. Ariel Pérez, a la iglesia catedral de Santa Florentina, como signo de adhesión para la festividad de la ciudad de Campana, en su 125to. aniversario, y expuesta a la veneración de los fieles luego de la misa en honor de Santa Florentina, en celebración presidida por el Sr. Obispo y concelebrada por numeroso clero. De tal modo, podemos decir que en cierto modo la Virgen del Carmen, a modo de la Virgen en su advocación de Luján, es también "Fundadora de la Villa" y que tenemos la alegría de contarla como Patrona, junto con San José, Patrono de Zárate (ciudad que celebra su festividad el 19 de marzo).



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20 julio 2010

TEDEUM DEL 9 DE JULIO EN CATEDRAL SANTA FLORENTINA, CAMPANA

Muchos signos nos hacen pensar que está por nacer un país nuevo, una ciudad nueva, aunque todavía no acaba de tomar forma. En los últimos años gracias al diálogo, hemos vivido aprendizajes cívicos importantes. La experiencia histórica nos ha demostrado que por el camino de la controversia se profundizan los conflictos, perjudicando especialmente a los más pobres y excluidos. Reconocemos la importancia estratégica de la educación, de la producción y del desarrollo local, de la urgencia de generar trabajo y de necesidad de recobrar la auténtica cultura de la laboriosidad.

En el marco del Bicentenario 2010-2016 de la patria, y del 125 aniversario de nuestra ciudad, anhelamos poder celebrar este tiempo con justicia e inclusión social, que depende de cada uno de nosotros. Pero sólo habrá logros estables por el camino del diálogo y del consenso a favor del bien común. Estamos agradecidos por nuestro país, por nuestra ciudad; y por las personas que las forjaron, y recordamos la presencia de la Iglesia en aquellos momentos fundacionales. Desde los inicios de nuestra identidad nacional y local, los valores cristianos impregnaron la vida pública, uniéndose a la sabiduría de los pueblos originarios y enriqueciéndose con las sucesivas inmigraciones. Es necesario respetar y honrar esos orígenes, no para quedarnos anclados en el pasado, sino para valorar el presente y construir el futuro.

Ya en el marco del Bicentenario y de los 125 años de Campana, recordamos que nuestra patria, nuestra ciudad son un don de Dios confiado a nuestra libertad que debemos cuidar y perfeccionar. El diálogo es esencial en la vida de toda familia y de cualquier construcción comunitaria. El que acepta este camino amplía sus perspectivas. Gracias a la opinión constructiva del otro, descubre nuevos aspectos y dimensiones de la realidad. En un cambio de época, caracterizado por la carencia de nuevos estilos de liderazgo, es fundamental generar y alentar un estilo de liderazgo centrado en el servicio al prójimo y al bien común, donde, el testimonio personal como expresión de coherencia y ejemplaridad hace al crecimiento de una comunidad. En el actual cambio de época, emerge una nueva cuestión social que abarca a ambientes y grupos no carentes de recursos económicos, pero expuestos a la desesperación del sin sentido de la vida, a la insidia de la droga, al abandono en la edad avanzada o en la enfermedad, a la marginación o a la discriminación social.

La educación constituye un bien público prioritario muy deteriorado que debe revertirse con inteligencia y celeridad. Es particularmente preocupante la situación de los adolescentes y jóvenes que no estudian ni trabajan, a los que la pobreza les dificulta el desarrollo integral de sus capacidades, quedando a la merced de propuestas fáciles y escapistas, como el creciente consumo de drogas que hace estragos cada vez más a temprana edad.


Ante las situaciones señalas, proponemos en el marco del Bicentenario 2010-2016 y de los 125 años de nuestra ciudad para la construcción del bien común:

*Recuperar el respeto por la familia y por la vida en todas sus formas.

*Avanzar en la reconciliación entre los sectores y en la capacidad de diálogo.

*Alentar el paso de habitantes a ciudadanos responsables. El habitante hace uso de la Nación, de la ciudad; busca beneficios y sólo exige derechos. El ciudadano construye la Nación, la ciudad, porque además de exigir sus derechos, cumple sus deberes.

*Afianzar la educación el trabajo como claves del desarrollo y de la justa distribución de los bienes. Una tenaz educación en valores y una formación para el trabajo.

Con espíritu constructivo, desde la fe en Jesucristo, pedimos que los argentinos, todos juntos, podamos hacer de esta bendita tierra una gran Nación y una gran ciudad. Le pedimos a María Santísima, nuestra Madre de Luján que escuche ésta nuestra suplica y la ofrezca a Aquel que es “el Camino, la Verdad y la Vida.”

08 julio 2010

LA CIUDAD DE CAMPANA FESTEJÓ SU CENTÉSIMO VIGÉSIMO QUINTO ANIVERSARIO, EN LA FESTIVIDAD DE SANTA FLORENTINA, PATRONA DE LA CIUDAD


EL OBISPO CELEBRÓ LA MISA POR LA TARDE EN LA IGLESIA DE SANTA FLORENTINA

La joven e industrial ciudad de Campana, sede de la iglesia catedral de Santa Florentina, celebró su siglo y cuarto de vida. La semana tuvo una continuación de celebraciones y festividades organizadas por el Municipio local, con la colaboración de diversas instituciones intermedias. El día lunes lunes 5 tuvo lugar la inauguración de la “Galería de Intendentes”, a las 17:30, en el Palacio Municipal, evento al cual de parte del Obispado asistieron Mons. Edgardo Galuppo, vicario general, y el Pbro. Agustín Villa, vicario parroquial de la iglesia catedral. Como signo cívico, el mismo día se realizó la iluminación artística del Palacio Municipal (que será enteramente restaurado) y puesta en marcha de su reloj histórico, a las 18, en la explanada del mismo palacio, acto seguido del estreno de la obra “Repiques de Campana”, en el Teatro “Pedro Barbero” y de la campaña visual destinada a la prevención del delito, a cargo del Foro Municipal de Seguridad.

El día martes 6, propio de la celebración, en una jornada destemplada y por momentos con llovizna, una gran multitud se hizo presente para presenciar los actos cívico-religiosos, que se iniciaron con la traslación de la imagen de Santa Florentina, a cargo de los Granaderos, desde la iglesia catedral hasta el palco de las autoridades, donde fue permanentemente escoltada por dos de dichos granaderos. El Desfile cívico militar, que fue notable, comenzó a las 10, en la explanada del Palacio Municipal. A él asistieron el presidente de la Hon. Cámara de diputados de la Provincia de Buenos Aires, Ctdor. Horacio González, la Sra. Itendente Municipal, Doña Stella Maris Giroldi, el Diputado Jorge Varela, el Jefe de Gabinete, Lic. Trujillo, Concejales, autoridades civiles, militares y de las fuerzas de seguridad, y el Sr. Obispo Mons. Oscar Sarlinga, acompañado por el vicario general, Mons. Edgardo Galuppo y el Pbro. Hugo Lovatto, cura párroco de la iglesia catedral. El desfile, que incluyó cuerpos militares, policiales, de prefectura naval, actos de destreza por parte de integrantes de la policía federal, bomberos voluntarios, colectividades extranjeras, muestras industriales (entre ellas el primer automóvil del país, realizado en Campana, conservado en el Museo municipal del Automóvil), y centros de promoción educativa y talleres, colegios, escuelas, instituciones barriales, duró hasta las 15. Durante gran parte de los actos y del desfile estuvieron presentes los descendientes de la familia Costa, fundadora de Campana, entre los cuales el Pbro. Martín Bracht.

En horas de la tarde, a las 19, fue celebrada la Santa Misa en honor a la Santa Patrona, en la iglesia catedral de Santa Florentina, presidida por S.E. Mons. Oscar Sarlinga, y concelebrada por los vicarios generales, Mons. Edgardo Galuppo y Mons. Tomás Llorente, junto a Mons. Marcelo Monteagudo, Mons. Ariel Pérez, los decanos de Pilar y Zárate y Campana, respectivamente, los Pbros. Oscar Iglesias y Joaquín Ocampo, con el clero de la iglesia catedral y de parroquias de la ciudad. La Sra. Intendente Municipal, Doña Stella Maris Giroldi asistió acompañada por el jefe de Gabinete, Lic. Trujillo. En su homilía Mons. Sarlinga hizo referencia a la importancia de la ciudad de Campana, y su constante crecimiento urbano e industrial, a los desafíos de la evangelización y de la promoción humana en tal realidad, a 125 años de su fundación, en especial por los crecientes barrios aledaños, y al papel fundamental e intransferible de las instituciones, a comenzar, dijo, por la institución de la familia, que es de derecho natural, y las distintas instituciones que conforman la vida de la sociedad, y por ende de la ciudad. Se refirió luego a la vida de Santa Florentina, a la que situó en el momento histórico del siglo VI, durante las querellas del arrianismo (del cual explicó a los fieles su sentido histórico y las desgracias sociales y religiosas que acarreó en la Hispania visigóticade esos tiempos) e hizo una relación de las obras de Santa Florentina, quien fundó cuarenta monasterios católicos, y de sus hermanos obispos, doctores de la Iglesia, en especial San Leandro y San Isidoro de Sevilla, todos los cuales están retratados en el mural pictórico de la restaurada iglesia criptal, subterránea al templo catedralicio. Se refirió luego el obispo a la concordia y a la justicia social, y reiteró el respeto por las instituciones, que están al servicio del pueblo, en un verdadero y recto orden de justicia y amor, y recordó nuevamente que la familia, sobre la base del matrimonio formado por un hombre y una mujer, tiene un rol no sólo insoslayable e insustituible sino que es el fundamento mismo de la comunión de vida y amor que sustenta a una sociedad.

A la celebración de la Misa se subsiguió un show de fuegos artificiales, a las 20:15, en el Parque Urbano.


Santa Florentina:

Abadesa nacida en la ciudad hispana de Cartagena, en el siglo VI, desarrolló su vida religiosa como fundadora de monasterios. Hija de un noble visigodo, fue la tercera de cinco hermanos, cuatro de los cuales (entre ellos Florentina) fueron considerados santos por la Iglesia. Sus hermanos fueron Obispos de la Iglesia, a saber, San Isidoro de Sevilla, San Leandro de Sevilla, y San Fulgencio de Écija. En el año 2008, el 8 de diciembre, el Sr. Obispo de Zárate-Campana, Mons. Dr. Oscar Sarlinga, dedicó la "iglesia criptal" que se encuentra debajo de la catedral de Campana, y la dedicó a "Santa Florentina y sus hermanos Obispos de la Iglesia hispana".


En cuanto a la vida de Santa Florentina, podemos decir que en la Cartagena visigoda del siglo VI y más concretamente durante el reinado de Toledo, que había caído en la herejía arriana, vivió un destacado noble que conservó la fe católcia, y fue Severiano (su padre), casado con Túrtura (su madre). De ese matrimonio nacerían sus cinco hijos: Leandro, Fulgencio, Florentina, Isidoro y Teodosia.

A mediados del siglo VI (es decir, hacia el 550) se trasladan Sevilla (llamada Hispalis), donde San Leandro y San Isidoro llegan a ser arzobispos, respectivamente, y donde San Fulgencio es Obispo de Écija y de Cartagena.

La vida consagrada de Florentina se desarrolla en un monasterio, cuya regla de vida es dada por San Leandro (su hermano). Fue una mujer de extraordinaria cultura y fundadora de más de cuarenta monasterio, siguiendo la Regla escrita para ella, como hemos dicho, por su hermano San Leandro.


La festividad de Santa Florentina se celebra el 14 de mayo, aunque antes se celebraba el día 6 de julio, y para la ciudad de Campana fue dado un rescripto del Papa Juan XXIII en el que el beato Pontífice autoriza que dicha ciudad siga celebrando esa fiesta el mecionado 6 de julio, que es también la festividad civil de la ciudad.

La mayor parte de los restos mortales de Santa Florentina descansan en la parroquia de Berzocana, de la diócesis española de Plasencia, aunque también se conservan reliquias insignes de la Santa en una urna de plata, expuesta en el altar mayor de la iglesia catedral de Murcia. Recibe especial veneración en una localidad del Campo de Cartagena, llamada La Palma. En la iglesia catedral de Campana se conserva la reliquia de una rótula de la Santa.
Las representaciones de los Cuatro Santos tanto en pintura como en escultura han sido un común en Cartagena a lo largo de los siglos. Aunque muchas fueron desgraciadamente destruídas durante Guerra civil española, en 1936, se salvó alguna de las más significativas, como las esculturas realizadas por Francisco Salzillo, en 1755.

En el municipio de Canet del Mar (Barcelona) se encuentra el Castillo de Santa Florentina, levantado en el siglo XI, y ampliado y reformado en 1910 por el arquitecto de estilo modernista, Lluís Domènech i Montaner.

La iglesia catedral de la diócesis de Zárate-Campana, sita en la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), es la única en el mundo que tiene como Patrona a esta Santa. En ella se encuentra un preciado mural realizado por Raúl Soldi. En la Iglesia Criptal se encuentra una pintura en la que se puede apreciar un retrato de Santa Florentina con sus hermanos, con la ciudad de Campana y sus principales referentes de fondo, hecha pintar por S.E. Mons. Sarlinga y donada a la iglesia catedral.


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